lunes, 23 de diciembre de 2013

ZORIONAK


Este año queremos felicitaros a todos desde CEPA Sopelana y daros las gracias por aportar cada día un poco de vosotros. 





Un año más terminarán los días en el calendario. 
Ahora tenemos que comenzar un nuevo año, 
construir juntos más meses, más días, más horas.
Tenemos que llenar de sueños nuestras vidas, de risas, de alegría.
Para que cada nuevo día sea una esperanza futura,
para que anhelemos que terminen las horas del reloj
y que comiencen de nuevo.
Que siempre haya luz en nuestro camino
y que las sombras sólo sirvan para refrescar nuestro caminar.
Que el desencanto y la indignación
se conviertan en nuevos proyectos para todos.
Para que pronto sintamos que todo va a ir bien
y que nos demos cuenta por fin,
de que todos juntos somos más fuertes de lo que creemos.
Porque nadie podrá vencernos
si no nos sentimos vencidos.
Por eso el 2014 nos espera con los brazos abiertos
para ofrecernos una nueva vida.


FELIZ AÑO 2014

Isabel Pérez lozano

PASEO DE LOS CAÑOS






El 17 de diciembre un grupo de alumnos de CEPA de Sopelena nos reunimos para disfrutar un camino de leyenda, para seguir los pasos que un día recorrió Unamuno. 
Antes del paseo estuvimos en el Mercado de La Rivera recordando viejas épocas de nuestro Bilbao. Pudimos retroceder en el tiempo a través de fotografías en las que vivían gentes de nuestro pasado.

No quisimos retornar a nuestro presente sin hacer el famoso paseo de los caños, hoy conocido por su leyenda del ángel y el diablo. Ya no queda ningún vestigio que nos recuerde las huellas que Unamuno pudo ver en cada uno de sus paseos entre Atxuri y La Peña. Dicen que en esos tiempos se podían observar unas huellas en el suelo que nos recordaban la leyenda. Hoy nos conformamos con leerla en los paneles informativos.
No por ello el día fue menos interesante, pues hicimos un poco de ejercicio y sobre todo, fue una buena escusa para poder reunirnos en buena compañía.



jueves, 21 de noviembre de 2013

DESDE SOPELANA A PLENTZIA POR LA GR280



La mañana nos saludó con su habitual color gris. Las nubes amenazaban con descargar su preciado líquido. Probablemente llovería, pero no dejamos que algo así nos hiciera romper nuestros planes. Estábamos decididos a cumplir con el recorrido que habíamos planeado durante varias semanas.

La idea era llegar a Plentzia desde la CEPA de Sopelana. La cita había sido fijada para las 10:00 am, recorreríamos el tramo entre Sopelana y Plentzia a través de la GR280, que habíamos trazado en nuestros mapas con antelación.
Durante el recorrido nos detuvimos en varias ocasiones para dejar constancia de nuestra aventura y para destacar las distintas señalizaciones que nos encontramos en el camino.
La primera marca, la encontramos en el exterior de Kurtzio, Aula de Kultura de nuestra localidad y allí hicimos la primera fotografía.
A lo largo de la calle Mendieta subimos en dirección a Barrika sin grandes dificultades. Una vez en Goierri (Barrika) comenzamos a bajar hacia Plentzia. A los pocos metros dejamos la Ruta GR280 a la izquierda,  pues se adentra en una zona boscosa y llena de barro, por lo que decidimos seguir el camino asfaltado.
El sudor empapaba nuestros cuerpos con tantas subidas y bajadas, pero el recorrido todavía nos guardaba algunas sorpresas imprevistas. Ya solo nos quedaba bajar una vertiginosa pendiente que termina en la Vega de Txipio.
En este tramo encontramos varios frutos en el suelo, que nos hicieron investigar cual era su especie.  Una de nuestro grupo nos sacó de dudas y nos explicó que se trataba de un madroño.
La lluvia caída la noche anterior había convertido la carretera en una pista de patinaje, por lo que el final de nuestra aventura se complicaría peligrosamente. Comenzamos a resbalar hasta el punto de que más de una llegamos a poner nuestras posaderas en el suelo y no fue para descansar precisamente.
Después de practicar patinaje sin patines, conseguimos llegar sanas y salvas al humedal de Txipio donde volvimos a retomar la Ruta GR280 hasta la estación del Metro.
Ya habíamos llegado a nuestro destino.

El Gps nos informó de que habíamos tardado 1 hora y diez minutos en recorrer 4 kilómetros y medio. No se puede decir que fuera un record, pero estoy segura de que la próxima vez lo haremos mejor. Una vez en Plentzia, cruzamos el puente y fuimos a ver el molino de mareas “Gazteluondo” que data del año 1798. Junto a éste todavía está la “antépara” y alrededor las ruedas del molino. Seguidamente,  disfrutamos recorriendo las calles de la Villa y conociendo un poco de su historia: Que fue fundada por Don Diego López de Haro sobre el antiguo poblado de Gaminiz. El Casco antiguo, actualmente, tiene la categoría de “Conjunto Monumental” gracias a su variedad arquitectónica y conservación. En el año 1437 sufrió grandes incendios y a finales del Siglo XVII quedaron en pie únicamente la Iglesia, Torre Barri y parte de la muralla, por lo que, en la actualidad, las casas más antiguas no se remontan más allá del Siglo XVI. Destaca también la Ermita Humilladero del Santo Cristo.
Una mañana muy bien aprovechada.

Esperamos con impaciencia la nueva salida.
                                                                     
EpaMendiTaldea.
(Andoni Barturen, Charo Nogués, Isabel Pérez, Rosa Santiago, Esther Txintxurreta, Edorta Uribarri)